910788967

siempre que veo una duna blanca, le miro la puerta izquierda. más bien, busco indicios de un aboyón en el parante de la puerta del conductor. sé que es en vano, que no la voy a encontrar. pero ante la más mínima excusa, reconstruyo esos pocos minutos que tan grabados están en mí.

primero el chiveo. ¡qué chiveo! luego el derrape que no terminaba más... y se iba, por más que apretara el tercera, por más que cruzara todo, ya venía de costado, deslizándose sobre el pedregullo finito. hasta que al final el cordón de barro la hizo despegar.

las herramientas volaron por los aires y cayeron todas por mi ventanilla abierta.
todo se silenció y la polvareda me invadió... cof cof... interrumpido por la navaja suiza gigante que caía desde su enganche temporal pasando frente a mi nariz y saliendo por la ventana.

me costó abrir la puerta del acompañante. había que levantar el peso de una puerta y no tenía dónde pararme sin romper nada. salí.

un pino no dejó que sucediera la vuelta de campana, y unos arbustos la sostenían fuerte, pero mi adrenalina era más fuerte todavía.
de un par de tirones volví las ruedas a su lugar en el piso, y ya estaba arrancandola.
llamé a mi madre... para qué!

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me parecemuy lindo el posteo ... bon un ambiente especial y muy personla... tienes estilo saludos

11.Dec.04 8:06:42 | marcos

La duna, pendejo bobo..!!

16.Dec.04 12:59:59 | alvaro

me recordó una frenada histórica con el lechuga... achica achica achica el paño...

17.Dec.04 13:21:12 | Beduino